Ojalá todo fuera distinto. Ojalá no existiera esto de sentirse así. Ojalá no existieran los sentimientos tristes. Creo que todos seríamos más felices, creo que no existiría la infelicidad. Nos ahorraríamos tantas cosas malas. Tal vez si esto no pasase, no estaría escribiendo esto. No escribiría nada de malos momentos o infelicidad. Pero no, en la vida también existe lo malo, los problemas y demás.
Y ojalá en este mismo momento, pudiera estar escribiendo sin nadie a mi alrededor que me esté molestando, que me esté preguntando pavadas cada dos segundos. Ojalá pudiera estar escribiendo sola y más sola. Sin ruidos de otros, solo el de las teclas, la música y el llanto. Nada más que eso. Pido mucho verdad?
Ojalá tuviera una bola de cristal, para poder ver cuando haya algún momento lindo y poder salir, disfrutar, etc. Y también cuando están los malos, para encerrarme en mi burbuja y no salir de ella hasta que se hayan ido. Pero nadie puede tener una bola de cristal. Mejor dejo de soñar y bajo aunque sea un rato a la realidad. Aunque no me guste y cueste, lo voy a hacer.
Y sí, mi vida es blanca, negra y gris, tal cual como esta publicación.
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